Estamos en vísperas de Navidad y más allá de la locura por cumplir con los compromisos de estas fiestas o procurar realizar los sueños de nuestros hijos e hijas, pareciera que nada puede salir mal, que todo debe apuntar a la alegría…todo sino fuera por que el dolor no elige fechas propicias para visitarnos.
¿Qué se le dice a un papá o a una mamá que ve como su tesoro más preciado abandona esta vida?, podemos argumentar lo injusto que resulta que una niña nos deje a sus trece años, ¿injusto?..Como si nosotros supiéramos de justicia, como si nosotros fuéramos lo suficientemente justos con quienes nos rodean, con nuestras chiquititas y nuestros chiquititos, como si fuéramos justos con nosotros mismos..
Como decirle a un papá y una mamá que Dios recibirá un hermoso regalo esta navidad mientras su hogar se vacía de alegría. Imposible decir nada, solo creer que el Padre oirá nuestra invocación para que les otorgue fuerza, conformidad y esperanza de resurrección.
Gracias, además, por permitirnos recordar que debemos atesorar cada beso, cada abrazo, cada lagrima, cada carcajada de nuestras hijas e hijos, que asumimos que son nuestros pero que en realidad solo nos han sido prestados…agradecer también por que no hay mejor regalo que uno pudiera pedir en esta vida que haberles tenido y haberles amado mientras se pueda.
A la memoria de Scarlet Cubillos quien iluminó nuestro Liceo este año 2006 y ahora camina junto al Padre.
CEPA
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios
Publicar un comentario